Todo sobre las enfermedades periimplantarias

Conoce qué son las enfermedades periimplantarias, cómo se tratan y algunos consejos para prevenirlas.

Los implantes no dejan de ser cuerpos extraños que se acomodan en el interior de la boca. Como consecuencia de ellos a veces se pueden presentar complicaciones y dar lugar a la aparición de enfermedades. 

Las alteraciones que se producen en los tejidos que rodean al implante son lo que llamamos enfermedades periimplantarias. En este artículo vamos a conocer un poco más acerca de ellas: cuáles son, cómo se tratan y cómo pueden prevenirse

¿Qué son las enfermedades periimplantarias?
Las enfermedades periimplantarias son básicamente un tipo de inflamación de origen infeccioso que se produce alrededor de los tejidos en los que se está asentado el implante.

Esta infección suele darse normalmente porque una incorrecta higiene dental ha propiciado que se acumulen restos de comida y con ello se ha favorecido la aparición de bacterias que provocan daños en la zona próxima al implante.

Dentro de las enfermedades periimplantarias podemos distinguir dos tipos:

Mucositis Periimplantaria

Podría considerarse como un estadio inicial de las enfermedades periimplantarias. Consiste en la inflamación de los tejidos adyacentes, sin que el hueso en el que se apoya el implante se vea comprometido. Es probablemente la forma más frecuente, y por fortuna puede revertirse sin gran dificultad.

Periimplantitis

La periimplantitis es una forma más grave de enfermedad periimplantaria, ya que no se limita a la inflamación de la mucosa, sino que como consecuencia de la infección se produce una pérdida de hueso de soporte. Este problema requiere obligatoriamente de tratamiento más complejo para evitar la pérdida del implante, aunque en ocasiones la eliminación de éste es inevitable.

Teniendo en cuenta que estas enfermedades pueden afectar de forma significativa a la permanencia del implante, es esencial prevenir su aparición.

Prevención
La salud de las encías es un aspecto clave a la hora de colocar un implante dental. Tanto es así que cuando ésta no es adecuada, el tiempo de vida útil del implante puede verse muy reducido.

La higiene bucal es por tanto un punto en el que hay que hacer especial hincapié.

La aparición de enfermedades periimplantarias como la periimplantitis tiene como desencadenante principal la existencia de enfermedad periodontal. Esta es el principal factor de riesgo, y por eso es tan importante que tras la colocación del implante se lleve a cabo un seguimiento.

La prevención de las enfermedades periimplantarias pasa, por tanto, por llevar una estricta higiene bucodental antes y después de la colocación de los implantes.

Cuando éstos ya han sido colocados, el cepillado debe ser exhaustivo, no solo en los dientes y encías, sino también alrededor de las prótesis colocadas, y debe hacerse con un dentífrico adecuado.

También se recomienda el uso de hilo dental de manera que se elimine cualquier acumulación de restos en lugares de difícil acceso para el cepillo, así como de un enjuague antibacteriano.

Y como es lógico, se debe acudir regularmente al odontólogo para que realice las correspondientes revisiones y tareas de higienización y mantenimiento del implante.

Tanto a la hora de elegir el dentífrico como el colutorio, lo más conveniente es consultar con el especialista para que te recomiende los productos más eficaces.

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